Santiago Carrera, Naturaleza suspendida.

Por Daniela Iarussi

La flexibilidad instantánea se logra a través del ‘clic’ atrapado cuando la superficie de los objetos congelados mantiene esa sutil capa de escarcha que amortigua los colores brillantes de la fruta; un instante antes el polvo de escarcha está transparente como el hielo, un instante después se evapora. Pero también se logra a través de la composición superpuesta de los elementos que, desafiando la fuerza de la gravedad, juegan con su centro y se equilibran entre sí.”

**Fragmento de “UNO SCONTRO TRAISTANTANEITÀ E IMMORTALITÀ”, texto de Valeria Frei para el catálogo de la muestra NATURA SOSPESA (Naturaleza Suspendida) en la galería Suiza Doppia V.
Santiago Carrera
Santiago Carrera nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en el año 1982.

Durante 8 años, trabajó y enseñó en el Estudio de Diego Ortiz Mugica, realizando distintas producciones para Marco López como así también para clientes de primer nivel. Protagonista de numerosas muestras individuales y grupales y por sus obras obtuvo el tercer puesto en el Salón Nacional de Artes Visuales en el año 2009 y el premio “Felifa Dot” para la publicación de libros Latinoamericanos de fotografía de autor independiente en el 2014. Su obra Substancia I fue seleccionada finalista por el premio “Itaú Artes Visuales 2016”. En mayo de ese mismo año, su libro “Submarino” fue seleccionado para la Exhibición 10×10 American Photo book en el Museo de Arte Carnegie en Pittsburghy.

En 2017 formó parte de una colección completa en la Biblioteca Hirsch del Museo de Bellas Artes de Houston. Y en 2019 en realizó la muestra “NATURA SOSPESA” (Naturaleza Suspendida) en la galería “Doppia V”, Lugano,Suiza. 

La serie “Naturaleza suspendida” nace por simultáneos actos fracasados de continuar con un intento de la fotografía por permanecer. Dialogando con las pinturas flamencas de naturalezas muertas del siglo XVII, fotografiar, embalsamar, envasar al vacío, congela, todas intimas e inconscientes luchas por permanecer. En esta serie de fotografías, Santiago Carrera dialoga con la historia del arte, en particular con un género pictórico muy antiguo, vinculado a la centralidad del simple objeto o del objeto simple.

Para conocer más de sus obras: @santi_photo

Santiago Carrera, Naturaleza suspendida: un choque entre lo instantáneo y la inmortalidad

Textos por Valeria Frei

La serie Suspended Nature de Santiago Carrera fascina inmediatamente con su cuidadosa composición, colores inesperados y evocación simbólica que la elección del fotógrafo implica a través de sus sujetos. Algunas imágenes pueden aceptarse desde lejos como composiciones casi abstractas, en las que el diálogo entre el rectángulo de la impresión y la forma central deja espacio para el orden, para la armonía del equilibrio. Otras fotografías son más evidentemente figurativas: el contexto de fondo está bien definido e identificable (la pared blanca, la mesa de madera, la sombra en la pared, el congelador); Los objetos de la composición son reconocibles, los colores corresponden a nuestro conocimiento de la vida cotidiana.
Santiago Carrera experimenta con esta serie de diferentes caminos, todos relacionados con la recepción y el potencial comunicativo del género tradicional de la naturaleza muerta. La fotografía ofrece la objetividad buscada desde el principio por los pintores que se aventuraron en este género. Tomemos por ejemplo Caravaggio y su canasta de frutas de 1598: en el lujo de la canasta de frutas vemos una manzana bacata, hojas secas, una pera no del todo perfecta, que quieren mostrar el realismo de la pintura, su verosimilitud. El artista que se ocupa de este tema trata de expresar habilidades en la composición, en la representación de colores, superficies y materiales, en la elección de la luz. Un ejercicio que está subrayado por la representación de objetos triviales, domésticos, escenificados (casi) excluyendo el contexto. Detrás de la simplicidad del tema, sin embargo, también hay un aspecto simbólico. Llamémoslo naturaleza muerta o still life («naturaleza muerta»), es evidente que la idea del tiempo y la muerte son intrínsecas en el trabajo. El paso para darle a este género un nivel de reflexión sobre la vida es muy corto y los artistas siempre lo han sabido. Memento mori, vanitas, advertencia sobre la fugacidad de la vida, consideraciones sobre la belleza y el tiempo. La naturaleza muerta acoge, junto con flores, frutas y verduras, a menudo cortadas o peladas, también animales de caza, mariscos y otros animales que esperan ser cocinados. O calaveras, velas más o menos gastadas, vasos más o menos llenos. Referencias simbólicas al paso del tiempo, al momento efímero del presente. La naturaleza suspendida de Santiago Carrera evoca estas mismas reflexiones a través de una actualización de los fenómenos: congelación y disposición en equilibrio. La fragilidad del momento se hace a través de la toma cuando la superficie de los objetos congelados mantiene esa fina capa de escarcha que suaviza los colores brillantes de la fruta; un momento antes de que el polvo de escarcha sea transparente como el hielo, un momento después se vaporiza. Pero también se representa mediante la composición superpuesta de los elementos que, desafiando la fuerza de gravedad, juegan con su centro de gravedad y se equilibran entre sí; Un ejercicio practicado en meditación que requiere tiempo y concentración para obtener un equilibrio frágil, un momento de naturaleza muerta, una vida inmóvil, que dura un breve momento antes de colapsar. El ejercicio de referencia no termina aquí. Carrera inmoviliza el desperdicio de alimentos como limones usados y mohosos, pieles de bananas ennegrecidas, patas de pájaros, cabezas de peces, un cerebro. La belleza de la naturaleza ya no está ayudando a crear una estética agradable gracias a sus colores brillantes, la solidez de las formas y la vivacidad de la vida. El fotógrafo permanece solo, con sus medios y sus intenciones, y se enfrenta a un sujeto y un género difíciles de rechazar. La poesía no se encuentra en lo conocido, en la realidad endulzada que queremos ver, sino en la armonía creada por la falta de armonía, en la sorpresa de lo perturbador o extraño, en el conocimiento que enriquece la lectura de un mundo inevitable y afortunadamente variado y suspendido en la actualidad. 
La naturaleza muerta es un género artístico naturalmente estimulante, porque contiene todo un mundo: el mundo de la historia del arte, pero también un mundo vinculado al simbolismo, a los mensajes ocultos en estos temas, vinculados al concepto de vanitas, a la fugacidad de la vida. , de la fragilidad de la belleza …

En la historia del arte, el género de la naturaleza muerta comienza con un enfoque más decorativo (como en los frescos de Pompeya), luego representa una manifestación de habilidad técnica y declaración estilística (como, por ejemplo, en la Canasta de Frutas de Caravaggio, símbolo del su búsqueda del realismo en la pintura), y llega a las representaciones barrocas más conocidas, en particular de los artistas flamencos (o de Chardin), quienes a través de la elección de los objetos que componían sus pinturas indicaban con precisión la fugacidad del tiempo.
Santiago se sumerge completamente en este discurso … en una clave muy moderna y original.
El diálogo con el género pictórico es evidente tanto desde un punto de vista técnico: por lo tanto, en la composición y gestión de la luz, como en lo que respecta al concepto, el simbolismo del género, por lo tanto, el concepto de vanitas, de fragilidad del tiempo.Santiago se mantiene fiel a la tradición de la naturaleza muerta y resuelve el enfoque de este género (difícil de rechazar) de manera inteligente y coherente.
La originalidad se encuentra esencialmente en 3 puntos:

  • En la composición, que no es una simple disposición de objetos sobre la mesa, sino un juego de equilibrio … Santiago crea una composición frágil que dura un momento. Un poco como las composiciones que a veces encontramos a lo largo de los ríos (el equilibrio de piedra) donde las piedras están dispuestas como una torre que resiste efímeramente gracias al equilibrio. Una pequeña vibración es suficiente para que todo colapse … El tema de la fragilidad del tiempo es, por lo tanto, evidente.
  • La originalidad también se encuentra en la elección de los sujetos: los frutos no son exuberantes y carnosos, pero a menudo son imperfectos, ennegrecidos, mohosos y usados. Son desperdicio de comida. …. Por lo tanto, la belleza natural de la naturaleza no siempre es útil para la estética de la obra y Santiago debe jugar en otros aspectos …
  • El tercer punto es la congelación. En esta serie, el sujeto es fotografiado en ese breve momento en el que, en contacto con el calor, se forma una fina capa de escarcha en la superficie. El fotógrafo tiene unos 10 minutos para hacer la composición y tomar la fotografía. Nuevamente, esta elección recuerda el concepto de fragilidad del tiempo. Pero también ofrece una característica estética adicional que contribuye a hacer que los trabajos sean interesantes: el polvo de hielo que se forma en la superficie suaviza los colores naturales de la fruta, suaviza los contrastes y suaviza las superficies.

En esta serie de fotografías, Santiago Carrera dialoga con la historia del arte, en particular con un género pictórico muy antiguo, vinculado a la centralidad del simple objeto o del objeto simple. A través del arte, se fija para siempre y se vuelve inmortal. La naturaleza muerta que se elige, arregla, organiza para crear una composición formal y cromática, y al mismo tiempo armoniosa y perturbadora. Carrera inmoviliza frutas, verduras, pescado, huevos, desperdicios de comida; al congelarlo, crea una verdadera vida de naturaleza muerta, unida por la fragilidad del momento efímero, y captura el momento en que la superficie de los objetos mantiene esa capa delgada de escarcha que humedece los brillantes colores de la fruta. Un «choque» entre la instantaneidad y la inmortalidad, entre la belleza y la muerte … ¡pero también un encuentro poético entre la pintura y la fotografía!