Antotipia, una técnica alternativa a la fotografía tradicional

Por Emi Spaini

Es una técnica alternativa a la fotografía tradicional, que por el contrario de ésta, no utiliza minúsculas partículas de haluro de plata, sino que a partir de pigmentos vegetales se obtiene una emulsión sensible. Fue descubierta por John Herschel (también inventor de la cianotipia) en 1842. Gracias a esta técnica se obtienen efectos variados según los recursos utilizados; ideal para experimentar con materiales que podemos encontrar en nuestras casas.

¿Cómo realizamos un antotipo?

Necesitamos
  1. Soporte: papel de 150 a 300 de gramaje, de ser posible un papel resistente al agua, ideal si es papel de acuarela.
  2. Emulsión fotosensible:
    • Vegetales frescos como por ejemplo remolachas, repollo hervido, espinaca, aloe vera, mora, etc.; o especias como la cúrcuma o paprika (pimientos rojos molidos)
    • Licuadora, procesadora o mortero (en el caso de los vegetales)
    • Alcohol
    • Filtro de café o tela
    • Recipiente de vidrio
  3. Pincel y un portarretrato del tamaño del papel o un vidrio transparente.

Emulsión

  1. Si elegimos un vegetal como por ejemplo la remolacha, que otorga un pigmento muy bello, se debe usar hervida, sin el agua. La espinaca, por ejemplo, se usa sin cocinar. Una vez elegido nuestro vegetal, vamos a utilizar el mortero o la licuadora para triturarlo; le echamos alcohol (que es el componente que funciona como reactivo). Una vez terminado el proceso de triturado, filtramos el líquido y lo colocamos en nuestro frasco; este debe conservarse cerrado por 24 horas aproximadamente.
  2. Si elegimos una especia (yo en el ejemplo que les muestro abajo utilicé paprika); directamente volcamos la cantidad a utilizar en un contenedor y lo mezclamos con alcohol en partes iguales; mezclamos bien y dejamos reposar de un día para otro.

Soporte

Una vez elegido nuestro soporte, debemos colocarle la emulsión con un pincel en sentido vertical y horizontal, repitiendo la carga varias veces. Una vez cargado el papel se debe dejar secar en un lugar donde no llegue mucha luz. Una vez seco se puede volver a repetir la operación para lograr un pigmento más saturado. Alcanzado el color buscado, ahora si está listo para ser impregnado con la imagen que queramos.

Antotipo

Podemos hacerlo con hojas, flores, o cualquier otra forma que nos guste u objetos calados tipo encaje (como por ejemplo el ñandutí que yo utilicé como prueba). También podemos utilizar para el copiado nuestra foto favorita para ver cómo se luce en esta alternativa o un dibujo que hayamos realizado. Si elegimos una foto, tenemos que imprimirla sobre un soporte transparente y no hace falta negativizar como en el caso del cianotipo. (Ahora que están las imprentas cerradas la mejor opción puede ser un dibujo o un esténcil)

  1. Si los hacemos con hojas de árbol o flores, debemos colocar nuestro soporte entre un vidrio y una madera. Lo ideal es un portarretratos ya que genera mucha presión entre el soporte y la hoja. Vamos a colocar nuestro soporte en la base del portarretratos, por encima nuestras hojas y por último el vidrio. Es fundamental que no quede aire entre el soporte y el vidrio, ya que si hay aire eso haría que pierda nitidez la foto (como me pasó a mí con el ñandutí). Una vez hecho todo esto, llevamos al sol para que la magia comience. En mi caso lo dejé dos días, (ya que el sol no es muy fuerte como en verano), pero pueden ir checando.
  2. Si lo queremos hacer con una impresión, vamos a trabajar sobre una fotografía en blanco y negro y trabajar el contraste en Photoshop y, de ser posible, evitar los grises, trabajar con negro al 100% en CYMK; y luego de estos pasos imprimirla sobre la filmina. Otra cosa importante a tener en cuenta, es que los mejores resultados se obtienen cuando las fotografías no tienen tanto detalle. De aquí en más es el mismo procedimiento que realizamos con las hojas. Colocamos la filmina sobre nuestro soporte emulsionado, le colocamos el vidrio encima y un par de broches para cerrar los extremos y evitar ingreso de aire. Exponemos al sol.

Por último, los resultados obtenidos se evaporan con el tiempo, por lo que les recomiendo que si consiguen un antotipo que les guste mucho… ¡le saquen una foto!

¿Por qué probamos esta técnica?

Primero y principal porque siempre viene bien conocer los inicios y las técnicas utilizadas antaño y traerlas para que dialoguen con las formas actuales. Una bella alternativa fotográfica para recrear nuestra imaginación (y más durante la cuarentena). Asimismo, ya que durante la cursada tendremos una clase de exploración de técnicas de intervención fotográfica, podremos tener una herramienta más para aplicar y ver las posibilidades expresivas que nos permite la antotipía.

Para finalizar este pequeño tutorial, les dejo un pensamiento que me despierta esta técnica; personalmente me gusta pensar la antotipía como una forma inversa de la fotografía, me explico; si bien la fotografía es el arte de dibujar con luz, con el antotipo ocurre que gracias a la luz (del sol) se evapora la tinta obtenida de los vegetales, el sol borra el pigmento de la hoja y queda impreso lo que está a la sombra (por decirlo de alguna manera), es exactamente lo contrario que ocurre con el cianotipo o el van dike.

¿A ustedes qué les parece?

Fotos: Emi Spaini