Los bodegones en fotografía

por Juan Manuel Hernández y Rodrigo Illescas

Los bodegones son esas simples capturas tan difíciles de hacer. En este apunte te introducimos al mundo del bodegón y te contamos algo de su historia para que puedas experimentar vos mismo. No te desanimes, no es difícil, sólo hace falta paciencia y un poquito de atención.

Parecería muy raro hablar de bodegones en fotografía. La mayoría de nosotros cuando hablamos de “bodegones” o “naturalezas muertas” nos remitimos a pinturas del período barroco, sin embargo, en fotografía es uno de los géneros, que consideramos, más lindos de hacer.

La diferencia entre el “bodegón” y otros estilos fotográficos, es que en el primero, nosotros como hacedores, controlamos todo, y cuando decimos todo, es todo: la luz, la elección de los objetos, el fondo y la composición. Somos el milímetro y el momento justo.

Algo de historia:

Para empezar y antes de disponernos a realizar un bodegón artístico fotográfico, debemos ver muchas imágenes de bodegones, estudiar sus colores, organización e iluminación. Para ello no hay nada mejor que un “bodegón” del barroco. Les traemos un autor que de esto sabía mucho: Willem Claesz Heda

Willem Heda nació en Haarlem el 14 de diciembre de 1594 y falleció en 1680, fue uno de los artistas neerlandeses dedicados casi exclusivamente a las pinturas de “naturaleza muerta”. Con pocos elementos, ordenados de manera sencilla invita a pensar sobre la fugacidad del momento. Aun así, presenta imágenes majestuosas y delicadas con restos de comida, media copa de vino, aceitunas, cervezas, frutas medio peladas, cacharros de metal, nueces y pan, entre otros, y que acompaña con vidrio, metal, telas, etc., que dan diferentes texturas.

No es caprichosa la diversidad de posiciones y tamaños de los objetos, ya que generan diagonales y horizontales que le dan dinamismo o estatismo al modelo y forman figuras geométricas por agrupamiento sectorizado. Mirando el cuadro como un todo, crea mucho interés en el observador con una construcción piramidal general, típica de esa época.

Asimismo, no podemos olvidarnos que los pesos generan ejes y que deben ser distribuidos, el peso llevado a un costado, atrás o al centro debe ser balanceado y organizado como lo hace este pintor.

Heda
Foto: Willem Heda. Wikipedia

Heda no fue el único, claro está, se pueden ver obras fabulosas de Antonio Ponce, Francisco Barrera, Frans SnydersCaravaggio, Pedro de Comprobín, y podríamos seguir.

El bodegón fotográfico:

 En fotografía podemos decir que hay dos tipos de “bodegón”:

  • El “bodegón seco”: Son aquellos que tienen más en común con los que se realizaban en pintura (natura morta). Tienen sombras, texturas y el color suele ser cálido: frutos, flores secas, carne, objetos de vidrio y metal
  • El “bodegón húmedo”: Es mucho más luminoso y brillante, no admite sombras y las texturas son suaves

Una vez pensado el “bodegón” que vamos a realizar, hay que buscar un lugar los suficientemente amplio para la fotografía, debemos poder movernos cómodos, apoyar los objetos en diferentes direcciones y darles “aire”, para no convertirlos en un amontonamiento de cosas. En este punto, también es importante pensar en el fondo. Lo primero que debemos tener en cuenta es que sea un soporte y no genere distracción. Podemos pensar en fondos lisos o con alguna textura, también en paredes que tengan desgastes. Siempre entendiendo que el fondo dialogue con la escena armada. Asimismo, podemos visualizar lo que está sucediendo con las sombras, elemento del que vamos a hablar a continuación.

Ubicados los objetos, debemos buscar la iluminación. La misma puede ser natural y/o artificial. Utilizaremos ventanas, lámparas de diferentes temperaturas, linternas, flash y/o velas. Hay que tener en cuenta que según el tipo de luz y de los objetos utilizados podemos crear una atmósfera cromática, entendiendo por esta un velo cromático que impregna todo el espacio de la foto en forma sutil. Es importante pensar en la dirección de esa luz y su impacto en la escena armada. Y siempre que hablamos de luz es necesario prestarle atención a la sombra que genera, ella también va a estar presente en la composición.

Es muy importante el punto de vista, o sea la posición de la cámara y los objetivos con los que se trabaja. Por ejemplo, la toma clásica, que más se utiliza, es la toma frontal ligeramente elevada (en la jerga se la llama picado), aunque no es la única. Lo importante es que la posición que tengamos al tomar la foto produzca un sentido en el espectador. Un dato a tener en cuenta: para conseguir mayor profundidad de campo, se pueden utilizar diafragmas más cerrados.

Ahora nos toca hablar de lo importante que es la composición. Hay tiempo, como dijimos antes, nosotros tenemos el control. Se debe mirar por el visor y también en forma directa la escena completa, de ese modo nos daremos cuenta de la relación entre los objetos. Esto nos dará la clave para saber lo que hay que cambiar, modificar de posición o quitar de la escena. También es importante probar la luz y de ser necesario mover el punto de vista.

Ese dinamismo también se busca multiplicando con diferentes tamaños de objetos, texturas, superficies, telas (y los pliegues de estas), brillos (opacos, como los de la madera pulida, o los brillos «irradiantes» en los metales o los vidrios), los reflejos en los metales pulidos en la utilización de pequeños espejos (hay que tener en cuenta que la imagen en el espejo se ve como otro objeto). También podemos colocar pequeñas linternitas dentro del bodegón iluminando alguna zona particular.

Un “bodegón” cuenta con varios planos de composición que debemos tener en cuenta. El plano de atrás, el medio y el delantero. En el de atrás, como dijimos, se pueden utilizar telas acomodadas o simplemente la pared, es el soporte de los objetos. El plano medio puede tener muchos objetos en diferentes posición y alturas, distribuidos más atrás o más cerca de la cámara. Finalmente, el plano de adelante, que da movilidad y acompaña el enmarcado. Asimismo, hay que tener en cuenta los objetos colocados del lado derecho y los del lado izquierdo y el esquema que forman; el típico barroco es piramidal, pero puede tener otros esquemas.

Si les interesa ahondar en el tema de la composición, les recomendamos el leer el capítulo I de “Arte y precepción visual” de Rudolph Arnheim, en particular cuando habla de “la dirección”.

Con todo esto, para ser considerado artístico es indispensable que un “bodegón” cumpla con cánones estéticos, sea atractivo, interesante e invite al observador a mirarlo.

Les dejamos algunos ejemplos de bodegones:

Juan Manuel
Bodegón en rojos. Juan M. Hernández
Santiago Carrera
Bodegón de Santiago Carrera